Origireto 2019 Junio 1 – En solo un segundo.
Estoy en la cabaña de madera que construí hace años en las lindes del bosque. Miro a mi alrededor y en solo un segundo vuelven a mi mente todos aquellos recuerdos que atesora.
Todavía recuerdo lo mucho que te metiste conmigo porque a la semana de empezar a construirla hubo una plaga de babosas terrible. Dijiste que la cabaña estaba maldita desde el inicio.
Al principio fue sólo una estupidez de niños. Tener un lugar donde pasar el tiempo lejos de los adultos. Un espacio secreto para poder ser nosotros mismos, sin casas, estatus o diferencias de por medio.
Gracias a Hagrid pudimos con la plaga de babosas, con las tablas que no se sostenían donde debían, el musgo que crecía por todas partes y la humedad.
Con la ayuda de James y sus encantamientos hicimos de la cabaña un lugar habitable con la luz perenne o agua que salía de los grifos que tantas horas tardamos en colocar correctamente.
Gracias a Lily pudimos encontrar un punto en común para la decoración entre mi avestruz disecada y tu mapa lunar. Ella siempre nos hacía entrar en razón y procuraba que no peleáramos.
Esta cabaña no sería lo que es si no hubiera sido por las personas que pasaron por ella. Es más… ni siquiera yo sería el mismo si nunca me hubieras ayudado con ella.
Sentado en la cama giro la cabeza hacia un lado y miro por la ventana. Los árboles se mecen entre el viento y la lluvia. La noche hace tiempo que ha caído sobre el bosque y yo estoy aquí, solo, esperando.
Fuera sopla el viento,
fuera está lloviendo,
un aullido aterrador.
Entre los sonidos de la lluvia y el viento reconozco un aullido. Llega a mis oídos y baja lentamente por mi espalda dando pequeñas sacudidas eléctricas haciendo que se me ericen los pelos de todo el cuerpo.
Me hace pensar en ti y en tu maldición personal. Aquella que tantas noches nos ha mantenido alejados. La que pudo alejarnos desde el mismo principio de nuestra relación si yo no hubiera sido un maldito cabezota como siempre dices.
Fue más fácil aceptarte a ti y a tu maldición que aceptarme a mí mismo. Cuando llegó el momento en el que todos empezaban a emparejarse y yo solo quería pasar tiempo contigo. Conocerte más y mejor. Darme cuenta de que te quería como algo más que un amigo fue difícil, no entendía mis sentimientos y me volví contra ti. Pero tu fuiste paciente y tal vez demasiado bueno conmigo.
A veces me arrepiento de aquella fase en la que apenas te dirigía la palabra. Pero sin aquello no estaríamos ahora como estamos. No nos habríamos convertido en un equipo ni… bueno, no sería lo mismo.
Vuelvo a mirar por la ventana. La lluvia y el viento continúan asolando el bosque a base de latigazos, pero empiezo a ver las primeras luces del alba aparecer en el horizonte. Llega el momento de ir a buscarte.
Yo te observo mientras duermes,
respirando dulcemente,
en la calma de esta habitación.
Te recojo en un claro del bosque, te tapo con una manta para que no cojas aún más frío del que tienes y me dirijo de nuevo a nuestra cabaña. Al llegar enciendo el fuego de la chimenea para que entres en calor y te dejo sobre la cama. Otra manta más sobre tu cuerpo creo que será suficiente.
Tienes el pelo empapado pero no puedo hacer nada con eso sin despertarte y ahora necesitas dormir. Sé que la transformación y la noche de luna llena te dejan agotado. Ya hemos pasado por esto demasiadas veces.
No puedo dejar de observarte. Tienes algo que me atrae y hace que no pueda apartar la mirada ni aunque quiera. Con los ojos cerrados pareces un ángel. El mechón de pelo blanco que te cubre tantas veces los ojos no te hace parecer más viejo. A mi no me lo parece, es tu toque personal, lo que te hace ser más tú. Es una de las muchas cosas que me vuelven loco cuando pienso en ti. Suspiro. Respiro hondo atrapando tu aroma a bosque dentro de mí unos segundos y luego suelto el aire.
Todo lo que siento,
llueve desde dentro,
aguacero de electricidad.
Como una lluvia de recuerdos llegan a mi mente un montón de escenas que revolotean de un lado a otro. Sensaciones, sentimientos y emociones presentes y pasadas. Todas relacionadas contigo, con nosotros.
Y de repente se unen y vuelven a mi piel como una ola de electricidad que me envuelve. Cierro los ojos durante unos instantes y casi soy capaz de sentir de nuevo el rápido latido de mi corazón al sentir por primera vez tu mano acariciando mi espalda.
Como un huracán viene a mi mente aquel torbellino de lujuria y pasión que nos envolvió una vez en esta misma cabaña. Qué digo una vez, ha sido más de una, más de dos y más de tres. Pero aquella primera vez la llevo grabada a fuego en mis venas por encima de todos estos tatuajes que me hicieron en Azkaban. Porque tú estás por encima de cualquier mal recuerdo. Siempre estuviste ahí para mí en mi mente cuando lo necesité.
Y al besarte en la mejilla,
yo creí que me moría,
se rompía este pobre corazón.
Me siento junto a ti en la cama lentamente. Sé que no debo hacerlo, que la posibilidad de que lo notes y te despiertes es muy alta si lo hago, pero no me puedo resistir. Me acerco hacia ti y voy bajando la cabeza hasta llegar peligrosamente cerca. Inhalo levemente y tu olor se hace profundo y dulce.
Venciendo una barrera invisible entre tú y yo poso los labios en tu mejilla y te beso. Un casto beso para alguien dormido. Un beso robado, como muchos que nos hemos dado a espaldas de los demás, para que no conocieran nuestra relación.
Me tumbo junto a ti sobre las mantas, no tengo frío. Decido echar una cabezadita a tu lado, la noche ha sido larga para mí también esperándote y ahora que sé que estás cuidado y seguro mis párpados empiezan a pesar. Pongo un brazo con cuidado sobre el bulto en que te has convertido con tanta manta por encima, suspiro y me dejo caer en el sueño.
Un sueño que espero compartamos, pues no puedo esperar a que te despiertes para volver a decirte lo que siento Remus.
Quiero besarte,
tengo miedo a despertarte,
entro en tu sueño,
y te grito desde lejos,
que te quiero.
Relato basado en mi propio fanfic que escribí en 2002.
Relato 11 «En solo un segundo»
#OrigiReto2019 de Stiby & Katty
OBJETIVO 17 (HAZ UN FANFIC), ESCRITO EN PRESENTE, PRIMERA PERSONA, CONTIENE PLAGA DE BABOSAS (18) Y AVESTRUZ DISECADO (14), 1097 PALABRAS.