En la habitación del hospital
Este fragmento que he llamado «En la habitación del hospital» fue un intento de novelizar en modo historia lo que más tarde llamé «Proyecto cueva» y se convirtió finalmente en la novela «Elijo el arcoíris».
No está incluído en la versión final del libro porque tras varias correcciones cambié la perspectiva del narrador y la historia que va por detrás unificando todos los capítulos.
Aún así espero que lo disfrutes.
Fragmento: En la habitación del hospital
Cojo tus manos entre las mías. Las miro y me doy cuenta de la diferencia de tamaño. Las mías son tan grandes en comparación con las tuyas.
Siempre fuiste tan grande para mi, que verte pequeña me asusta, mamá.
Verte tumbada en la cama del hospital, sedada, con los ojos cerrados como durmiendo me abruma. No sabemos cuándo despertarás. Ni siquiera sabemos si lo harás, pero es una opción que no estoy dispuesto a valorar ahora.
Mamá, lucha por favor. Lucha por salir de ese sueño y vuelve conmigo.
Aprieto tus manos entre las mías, para que me sientas, para que te lleguen mis pensamientos, mis sentimientos y todo el amor que te tengo. Quiero pensar que me sientes. Que no estás perdida en algún mundo lejano.
Dicen que es posible que sientas las cosas, y por eso te abrazo. Porque este apretón de manos es un abrazo mamá. No puedo abrazarte como me gustaría, estás llena de cables y monitores. Pero tú sabes que un apretón de manos ha sido nuestro abrazo secreto.
Hemos compartido tantos secretos… y tenías tantos guardados para ti…
Suspiro. No soy capaz de comprender como hemos llegado a esta situación mamá. Soy alguien racional, siempre me han dicho que me parecía a ti. Pero esto no lo entiendo.
Acaricio tus manos y entrelazo tus dedos con los míos. Mamá, quédate conmigo. No te vayas más lejos.
Con nuestras manos unidas, apretadas, entrelazadas, no puedes irte. Sé que es un pensamiento mágico. Sé que no tiene nada que ver con la realidad. Que soy impotente. No tengo nada que hacer en esta rancia habitación de hospital, salvo acompañarte.
Dicen que acompañarte ahora no tiene sentido. Pero para mí si lo tiene. Tiene todo el sentido del mundo. Porque estoy aquí para ti, aunque no me puedas ver, aunque me oigas y no me entiendas. Estoy tocándote y estoy cuidándote.
Igual que tú hiciste cuando yo estaba en tu vientre.
Novela: «Elijo el arcoíris».
Aunque este fragmento no haya llegado a formar parte de la novela final, si te ha causado curiosidad te invito a echarle un vistazo. Puedes leer los primeros capítulos online en Amazon.
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Muchas gracias por darle una oportunidad a la novela, me encantaría conocer tu opinión así que puedes dejarmela en comentarios por aquí, en Amazon o en Goodreads.