No he ganado el NaNoWriMo, ¿ahora qué?
Quizás haya podido parecer extraño que no haya comentado nada en todo Noviembre sobre el NaNoWriMo de 2021. Aunque he participado no he puesto mi corazón en ello ni estaba demasiado motivada para sacar el reto adelante. Total que no he ganado el NaNoWriMo, como quien dice.
He escrito casi 30.000 palabras, nada mal, pero no he llegado al las 50.000 del reto. Además he sumado todas esas palabras con dos proyectos en vez de uno, como suelo hacer. Me he convertido en una NANoRebel (cuando no empiezas un proyecto nuevo solo para el NaNo ese mes).
¿Qué tal ha ido el NaNoWrimo de 2021?
Bueno hasta el 11 estuve escribiendo a mano por lo que tuve que pasar luego las palabras al PC y me quitó tiempo, pero por otro lado el volver a escribir con lápiz y papel me ha devuelto una experiencia que hacía tiempo que no vivía.
La mayoría de los días he escrito muy poquito y aunque hacia el final remonté y cogí ritmo ya era demasiado tarde para llegar al objetivo.
¿Cómo es eso de «no he ganado el NaNoWriMo»?
No llegar al objetivo me ha dado cierta pena. Venía de unos meses en los que estaba escribiendo a tope pero la salud mental me puso la zancadilla. Tuve que dar un paso atrás y tomar las riendas de lo personal por encima de lo profesional que me gusta considerar la escritura.
Lo considero así porque quiero que sea mi profesión: lo que me da de comer, mi sustento. Quiero que se base en la literatura, escribiendo, corrigiendo, ayudando a personas a mejorar el estilo de sus manuscritos, ofreciéndoles una guía para que no tiren la toalla cuando las cosas se ponen complicadas…
Este mundillo no es de color de rosa y hay que darse muchos cabezazos hasta que consigues algo. Uno de mis cabezazos que no me han llevado a gran cosa ha sido este NaNoWriMo de 2021. Me ha dejado con el inicio de un libro de no ficción que no sé a dónde irá a parar y media novelette que pretendo presentar a un concurso.
Es más que cero.
No lo digo yo, lo dice el mozo de Nia Area. Todo lo que hayas escrito, aunque no hayas llegado al objetivo de la 50.000 palabras es más que lo que tenías.
Lo has intentado, te has esforzado, te has sentado a escribir y ya sea por muchas o pocas palabras no has completado el reto.
Es solo un reto. Es un juego.
Durante la mayor parte del año he estado midiendo cuántas palabras escribía para cada proyecto. Pensando en medir mi productividad. Llegué a un punto en el que no estaba escribiendo al mismo ritmo que los meses anteriores y me agobié, mucho. Mi salud mental empezó a sufrir pero no le hice caso así que me dediqué a otras cosas. Medir palabras de proyectos pequeños para llegar a un número que me pareciera razonable.
Y eso me hacía mal.
Intentar ser productiva está bien porque al final, si quieres tomarte esto como un trabajo, debes tener métricas de cómo van las cosas. Pero escribir no es como otras cosas que son más automáticas o que no dependen de que te atasques o de que tengas una salud mental óptima. Porque por mucho que se romantice, escribir con ansiedad no es fácil.
Si no has ganado el NaNoWriMo no pasa nada.
No hay un policía del nano que vaya detrás de los escritores que no han conseguido el reto para ponerles una multa. No llegar a 50.000 palabras durante el mes de noviembre no significa que no las puedas escribir cualquier otro mes del año, o más.
Compararte con otras personas que lo han conseguido o que se han hecho dos veces el nano en un mes es hacerte daño. No conocemos las situaciones de otros. Quizás tienen un ambiente propicio para escribir. A lo mejor no tienen un trabajo nutricional al que ir y solo se dedican a escribir. Quizás no tienen hijos o personas mayores que dependan de ellos para el día a día.
Hay mil cosas que interrumpen mi escritura y no puedo compararme con alguien que no las tiene. Mi salud mental no está en su mejor momento no puedo compararme con alguien sano. Las comparaciones son odiosas y al respecto de la escritura más.
Si quieres medir tus palabras diarias, hazlo, pero porque te apetezca, porque suponga un reto personal, no para compararte con el resto y mucho menos para fustigarte con ello.